martes, enero 31, 2006

Gutenberg: el menos de los que más.

A veces una pequeña decisión puede llevar a una vida completamente diferente: la elección de un trabajo, unos estudios o la pareja. Si la vida de una persona fuera la historia de la humanidad, algunos hombres son esas decisiones.

Ha habido grandes líderes que han llevado a sus países a convertirse en imperios y otros que han arruinado su propia causa; ha habido grandes científicos, teóricos; Jesucristo, Mahoma... Pero de todos ellos, yo me quedaría con Johannes Gutenberg. Quizá no fuera tan inteligente como Hawkins o Einstein; ni tuviera el carisma de JFK o Hitler para convencer; ni la cultura de Platón, Shakespeare o Cervantes habría llegado a tanta gente. Sin embargo, pese a no destacar por ninguna de esas, contribuyó decisivamente a todas ellas. Quizá sin él, ellos no habrían desarrollado su talento, pues ciertas condiciones no habrían dado lugar. Y desde luego que la cultura de estos y actos no habrían llegado a tanta gente.

La imprenta fue el gatillo que ha hecho que todo occidente haya llegado a lo que ha llegado en estos momentos, y no antes o después. Si hubiera sido inventada unos años antes o unos años después, occidente se habría desarrollado antes o después (en oriente se inventó antes, pero se quedó allí y no vino hasta aquí). Si lo vemos desde un cierto punto de vista, fue la democratización de la cultura: un libro no costaba un disparate de dinero (alguien copiando el libro a mano cuesta tiempo y dinero) sino que costaba muy poco y todo el mundo podía leer.

Aunque nadie celebre una misa en su honor, ni lo recuerde como un héroe de guerra, un dictador o como un gran pensador, yo le dedico mi pensamiento de hoy como el hombre menos famoso de los más importantes en la humanidad.

lunes, enero 30, 2006

La duda

Lo malo de ser libre al tomar una decisión es que uno se puede equivocar. Hay muchos trabajadores que son felices cumpliendo órdenes sin cuestionarse si su método es el óptimo, si lo que hacen es bueno para las personas de su alrededor o no. Esa gente, al no pensar, al no tener que decidir, es feliz en ese sentido. Pero también, mirándolo desde otro punto de vista, son lo más parecido a una máquina, a un ordenador: orden y acción.

La equivocación es siempre un riesgo -a veces mayor, a veces menor- que debemos estar dispuestos a asumir. Pero mucho peor que equivocarse mucho es el hecho de dudar. Copiando parte de aquella frase de la velocidad mata, podríamos decir que la duda mata, pero en otro sentido. La duda mata por dentro, destruye algo que es básico en todo ser humano: la moral, la confianza en uno mismo.

Si la duda sirviera para que sopesemos mejor los pros y las contras de cada decisión y, por ende, acertar en la mencionada decisión, estaría genial. Sin embargo, ¿cuántas veces hemos hecho un examen, hemos contestado y al repasar hemos cambiado algunas respuestas... dándonos cuenta después de que habíamos cambiado respuestas correctas por incorrectas?

Es como cuando un jugador de fútbol no sabe si chutar a portería o pasarla y al final se queda en el medio y ni la pasa al compañero ni dispara, hace un pase fuerte en medio y se pierde la pelota. O un jugador de baloncesto que duda tanto el tiro que al final no lo encesta, pero más por dudar que por otra cosa.

Resulta ser tan malo ser un cabeza cuadrada y no cambiar de opinión nunca como dudar tanto que al final no podemos hacer nada bien ni convencidos de haberlo hecho bien. Paradójicamente, es tan malo pensar mucho como no pensar. Como casi siempre, en el término medio está la virtud.

domingo, enero 29, 2006

Paradojas (3): política: sistema educativo y alcoholismo

Teóricamente, el sistema educativo está hecho para que todo el mundo tenga acceso, no sólo a leer y escribir, sino también a la cultura general para poder pensar por si mismos y, por ende, ser libres. Por ello, se debería tender a que el sistema educativo cada vez tuviera más calidad, en vez de menos (que es lo que claramente está ocurriendo hoy día).

También en teoría, interesaría tener no sólo a ciudadanos que sepan leer y escribir, sino gente que sea muy culta, con muchas ambiciones en la vida, con muchas inquietudes intelectuales... Pero, ¿de verdad interesa en la práctica?

Imaginemos un país en el que todos tuviéramos muchas inquietudes y, por ejemplo, pensáramos en política y descubriéramos que el sistema es una porquería y quisiéramos cambiarlo (cada uno con su teoría, con lo cual se fomentaría la inestabilidad). Imaginemos que nos rebeláramos contra la clase dirigente, ¿sería eso bueno para el país? (siempre que los de arriba quieren "quedarse" y los de abajo subir, hay mucha gente que muere, si es que no hay una revolución).

Al igual que un edificio se hace con 100 obreros, tres responsables de obra y un arquitecto, la sociedad también está así dividida y, aunque haya anuncios del ministerio de cultura para que la gente lea, interesa que nadie lea. Aunque se diga que la cultura es buena, se fomenta que la juventud se emborrache y se drogue por varias razones:

-Porque se no plantean si las cosas están bien o no (a las 6 de la madrugada en una discoteca, preguntaros a quién le importa el estatuto de Cataluña)
-Desgastan el cuerpo más y menos pensiones cobrarán en el futuro (si mueren a los 75, menos dinero de pensiones hay que pagar con relación a si llegaran a los 90).
-Consumen: un chico leyendo un libro de la biblioteca no gasta nada de dinero en todo el día, el que sale y se gasta 5€ en transporte, 20€ en copas, 3€ en tabaco... está pagando impuestos con cada producto y generando más empleos.

Por lo tanto, esas campañas para fomentar la lectura y para que la gente joven no beba, no son más que bombas de humo de la clase dirigente, para seguir siendo votada (parece que hacen algo) sin cambiar un problema. Sencillamente porque es un problema de la gente, pero una solución para la clase política de nuestra democracia avanzada.

sábado, enero 28, 2006

Pensamiento divergente

Ayer fue el 250 cumpleaños de un tal Wolfang Amadeus Mozart, un hombre que despuntó desde bien pequeño en un arte llamado música. Sin lugar a dudas, fue una persona tan genial como singular, tan excéntrica como famosa en su tiempo, tan inteligente como famoso a lo largo dle tiempo.

De hecho, se dice que cuando era muy pequeño, compuso una pequeña obra y le dijo al profesor suyo que la interpretara. Llegado un determinado momento, el profesor le dijo que eso no se podía interpretar porque con la mano derecha tenía que tocar notas muy a la derecha, con la mano izquierda tenía que tocar unas notas muy a la izquierda y en medio había una nota. Y Mozart le dijo que sí se podía y la tocó: llegado a ese compás, Mozart tocó lo de cada lado con cada mano y la nota del centro con la nariz.

Eso que hizo Mozart, puede parecer una tontería, puede que parezca que era una forma de cachondearse del profesor... pero en el fondo es fruto del pensamiento divergente: Pensamiento que se caracteriza por un proceso de alejarse en varias direcciones, una separación de ideas para abarcar una variedad de aspectos relevantes. Este tipo de pensamiento es frecuentemente asociado con la creatividad puesto que produce ideas y soluciones nuevas (Reber, 2001, 259)

Para ser creativos y salirnos de todo lo que hay alrededor, necesitamos simple y llanamente, pensar diferente. Esa es una constante común de todos los genios, de todas las personas destacadas que han existido a lo largo de la historia. Realmente, si el ser humano tan sólo hiciera lo que hubiera visto antes y pensara como le han enseñado a pensar, la humanidad habría avanzado mucho menos. Tal y como decía (si mal no recuerdo) Shakespeare en El Mercader de Venecia: "Muy poco habré de ser si no supero a mis maestros".

Por último, os dejo con otra anécdota que me he encontrado en internet:

Sir Ernest Rutherford, presidente de la Sociedad Real Británica y Premio Nóbel de Química en 1908, contaba la siguiente anécdota:

Hace algún tiempo, recibí la llamada de un colega. Estaba a punto de poner un cero a un estudiante por la respuesta que había dado en un problema de física, pese a que éste afirmaba con rotundidad que su respuesta era absolutamente acertada.

Profesores y estudiantes acordaron pedir arbitraje de alguien imparcial y fui elegido yo.
Leí la pregunta del examen y decía: Demuestre como es posible determinar la altura de un edificio con la ayuda de un barómetro.

El estudiante había respondido: se lleva el barómetro a la azotea del edificio y se le ata una cuerda muy larga. Se descuelga hasta la base del edificio, se marca la cuerda cuando el barómetro llega al piso y se mide. La longitud de la cuerda es igual a la longitud del edificio.

Realmente, el estudiante había planteado un serio problema con la resolución del ejercicio, porque había respondido a la pregunta correcta y completamente.

Por otro lado, si se le concedía la máxima puntuación, podría alterar el promedio de su año de estudios: si obtenía una alta nota, esta certificaría su alto nivel en física, pero la respuesta no confirmaba que el estudiante tuviera ese nivel.

Sugerí que se le diera al alumno otra oportunidad. Le concedí seis minutos para que me respondiera la misma pregunta pero esta vez con la advertencia de que en la respuesta debía demostrar sus conocimientos de física.
Habían pasado cinco minutos y el estudiante no había escrito nada. Le pregunté si deseaba marcharse, pero me contestó que tenia muchas respuestas al problema. Su dificultad era elegir la mejor de todas.
Me excusé por interrumpirle y le rogué que continuara.

En el minuto que le quedaba escribió la siguiente respuesta: Se toma el barómetro y se lo lanza al suelo desde la azotea del edificio, se calcula el tiempo de caída con un cronómetro. Después se aplica la formula h=2gt2.
Así obtenemos la altura del edificio.

En este punto le pregunte a mi colega si el estudiante se podía retirar.

Le dio la nota más alta.

Tras abandonar el despacho, me reencontré con el estudiante y le pedí que me contara sus otras respuestas a la pregunta.

Bueno, respondió, hay muchas maneras, por ejemplo, se toma el barómetro en un día soleado y se mide la altura del barómetro y la longitud de su sombra. Si medimos a continuación la longitud de la sombra del edificio y aplicamos una simple proporción, obtendremos también la altura del edificio.

- Perfecto, le dije, ¿ y de otra manera ?

- Sí, contesto: este es un procedimiento muy básico para medir la altura de un edificio, pero también sirve. En este método, se toma el barómetro y se sitúa en las escaleras del edificio en la planta baja. Según se va subiendo por las escaleras, se va marcando la altura del barómetro y se cuenta el número de marcas hasta la azotea. Al llegar se multiplica la altura del barómetro por él numero de marcas y este resultado es la altura. Este es un método muy directo.

- Por supuesto, si lo que quiere es un procedimiento mas sofisticado, puede atar el barómetro a una cuerda y moverlo como si fuera un péndulo. Si calculamos que cuando el barómetro esta a la altura de la azotea la gravedad es cero y si tenemos en cuenta la medida de la aceleración de la gravedad al descender el barómetro en trayectoria circular al pasar por la perpendicular del edificio, de la diferencia de estos valores, y aplicando una sencilla formula trigonométrica, podríamos calcular, sin duda, la altura del edificio.

- En este mismo estilo de sistema, atas el barómetro a una cuerda y lo descuelgas desde la azotea a la calle. Usándolo como un péndulo puedes calcular la altura midiendo su periodo de precesión.

- En fin, concluyo, existen otras muchas maneras. Probablemente, la mejor sea tomar el barómetro y golpear con el la puerta de la casa del conserje. Cuando abra, decirle: señor conserje, aquí tengo un bonito barómetro. Si usted me dice la altura de este edificio, se lo regalo.

En este momento de la conversación, le pregunte si no conocía la respuesta convencional al problema (la diferencia de presión marcada por un barómetro en dos lugares diferentes nos proporciona la diferencia de altura entre ambos lugares) evidentemente, dijo que la conocía, pero que durante sus estudios, sus profesores habían intentado enseñarle a pensar.

El estudiante se llamaba Niels Bor, físico danés, premio Nobel de física en 1922, mas conocido por ser el primero en proponer el modelo de átomo con protones y neutrones y los electrones que lo rodeaban. Fue fundamentalmente un innovador de la teoría cuántica.

viernes, enero 27, 2006

Querer es poder

Como casi todos sabemos, hay varias formas de leer, a destacar estas dos:
-Para encontrar información específica; un dato concreto (escanear scanning).
-Para coger la idea global del texto; saber de qué va (leer por encima skimming).

Hace relativamente poco tiempo, aprendí que, a parte de leer mirando casi todas las palabras, osea, pasando la vista por toda la línea, hay otras dos formas de leer (hay que practicarlas para conseguirlo):

-Una es leer cada línea con tres golpes de la vista. Al igual que cuando miramos a la pantalla del ordenador, estamos viendo de reojo lo que hay alrededor; cuando leemos, no tenemos que mirar directamente todo lo que tenemos que leer. Imaginemos que la línea de texto la dividimos en tres partes, pues en el centro de cada parte es donde miramos y, poco a poco, con la práctica, iremos ampliando la visión para reconocer con esos golpes de vista ir leyendo cada vez más palabras. Al final, de tres miradas podemos leer cualquier línea de texto de un libro normal.

-La otra cuesta más trabajo y se produce cuando la primera ya se ha dominado, que es leer en diagonal de arriba izquierda a abajo derecha. No sirve para quedarse con toda la información del texto, pero sí para conseguir una idea general de lo que trata el texto.

Esto, que cuesta tanto cuando uno ya está crecidito, es obviamente más fácil cuando se es más joven. Por ello intento que mis alumnos lo aprendan y lo practiquen en clase. La típica respuesta es, como en casi todo, eso es muy difícil, no me sale, es imposible, no voy a poder nunca...

Y yo siempre les tengo que contar la misma historia para que entiendan lo que es el esfuerzo:

"""¿Quién de aquí nació sabiendo andar? (Típicas respuestas gilipollescas) Muy bien, nadie nació sabiendo andar. Ahora pregunto, ¿cuántas veces os caísteis al suelo hasta aprender a andar? ¿100 veces, 500 veces, 10.000 veces? ¿Qué más da? Quizá a uno de vosotros le costó mucho más tiempo que a otro, pero lo importante es que los dos saben andar hoy día; y quizá al que más le costó fue al que más rápido corre ahora.

Si la primera vez que os caísteis al suelo os hubierais echado a llorar y, mirando a algún mayor que andaba de forma automática, hubiérais pensado: eso es muy difícil, no me sale, es imposible, no voy a poder andar nunca... seguro que hoy día no podríais andar, ¡seguro!

No os pido que lo hagáis bien, os pido que lo intentéis. Ahora, volved a intentarlo"""

Refrán chino: "Si te caes siete veces, levántate ocho"

Así que, ya sabéis, los mayores límites no son los que nos impone la naturaleza ni la sociedad, sino los que nos ponemos nosotros mismos. Querer es poder.

jueves, enero 26, 2006

Paradojas (2)

Hoy estaba la televisión puesta y estábamos hablando los que estábamos en la habitación sin prestarle atención hasta que han llegado los anuncios. Cuando han empezado los anuncios, me he empezado a dar cuenta de que las personas con las que hablaba miraban la televisión de vez en cuando, a veces por más tiempo y perdiendo un poco el hilo de la conversación y otras veces con miradas fugaces.

Hay que ver lo mucho que nos han estudiado para llegar a ese punto: estas personas no miraban las noticias, ni la serie de antes ni la de después, pero era aparecer los anuncios y "pop", su atención se dividía.

Entiendo que nos hayan estudiado para conseguir que nos llegue al máximo cada anuncio, pues cuesta mucho dinero cada segundo de publicidad. Sin embargo, me resulta paradójico ver anuncios de "Abróchate a la vida" encima de la autovía y otros anuncios de marcas de ropa, tiendas... a los lados de la autovía.

Sin lugar a dudas, esos anuncios están ahí para que los miremos, para coger nuestra atención (si no la cogen, no consiguen la primera parte de su objetivo). Claro, resulta paradójico ver como, por un lado la DGT (Dirección General de Tráfico) nos dice que los conductores no deben tener descuidos, cualquier despiste puede ser fatal... y al mismo tiempo nos ponen ellos mismos anuncios y permiten que haya tías semidesnudas a los lados de la carretera. Paradójico, ¿no?

miércoles, enero 25, 2006

La Timocracia

Según un estudio de la Generalidad de Cataluña, en el 60% de los hogares de Cataluña se habla en español. Sin embargo, la clase dirigente catalana obliga a los profesores de instituto a que den las clases en catalán y será motivo de sanción darlas en castellano a partir de la aprobación del Estatuto. ¿Ese 60% votaría que sus hijos estudiaran en catalán o en castellano? Algo falla.

Todos sabemos que los presidentes de varias comunidades socialistas están en contra del Estatuto de Cataluña (como por ejemplo, Extremadura). Sabemos que si el Estatuto se votara a nivel de España, habría una mayoría aplastante diciendo que no: no votarían que sí ni los socialistas murcianos, ni andaluces, ni extremeños, ni madrileños... ni por supuesto los votantes del PP. Sin embargo, su tramitación fue aprobada por el Parlamento de España. Algo falla.

La teoría del sistema democrático es que el poder es del pueblo. Lo que ocurre es que, evidentemente, el pueblo no puede estar decidiendo cada pequeño detalle de la política, por lo que delega parte de su poder en sus representantes en el Parlamento. De esta forma, los representantes han de proponer, denunciar y votar aquellas cosas que los representados propondrían, denunciarían o votarían.

En Gran Bretaña hay 659 miembros del Parlamento. Cada miembro representa a 66.000 personas (de una zona determinada). En las elecciones, se pueden presentar varias personas de cada partido o personas independientes, para ese puesto que dan esas 66.000 personas. Una vez sale elegido ese miembro del Parlamento, los 66.000 representados tienen derecho a entrevistarse con él una vez cada dos semanas durante 10 minutos. También tienen derecho a tener contacto directo con él por vía de correo o correo electrónico para hacerle saber lo que piensan de cada decisión política, de cada problema importante que tienen...

Si pasados los cinco años de la legislatura (en España son 4, allí 5), ese miembro del Parlamento no los ha representado bien, votarán a otro que sí haga caso a sus demandas. Por lo tanto, ese parlamentario debe sus decisiones políticas directamente a los ciudadanos. El poder en Gran Bretaña, por lo tanto, emana del pueblo.

De esta forma, nos encontramos con el siguiente hecho: hace unos meses, Tony Blair (presidente de G.Bretaña y presidente del partido laborista, mayoritario en la cámara de los comunes) propuso en el parlamento Británico una ley que daba permiso a la policía a retener en prisión a presuntos terroristas durante tres meses sin pruebas u órdenes judiciales. La mayoría de la gente de a pie vio aquello una medida desmesurada, un gran recorte en las libertades y darle excesivo poder a la policía, por lo que estaban en contra. Así pues, los miembros del parlamento de la oposición votaron que no y también votaron que no la mayoría de los miembros del Parlamento laboristas, los de Tony Blair. Esas personas representaron al pueblo antes que apoyar la medida que quería el partido, su partido. Eso es democracia, eso es que el poder resida en el pueblo.

En cambio en España no votamos a un representante popular o a uno socialista, sino que votamos listas de personas (la lista del PSOE para esa comunidad, la del PP...) y, proporcionalmente, cuantos más votos reciba una lista, más representantes de esa lista (y por ese orden) tendrá ese partido en el Parlamento. Por consiguiente, los miembros del Parlamento español no deben su posición directamente al pueblo, sino al partido que es el que los pone más arriba o más abajo en dicha lista.

¿Por qué es ese detalle tan importante? Pues porque esos miembros del Parlamento no defienden directamente lo que quieren sus representados, sino lo que defiende su partido. Así pues, en España tenemos la maldita disciplina de partido, mediante la cual todos los miembros del partido socialista votan lo que diga su jefe; todos los miembros del partido popular votan lo que diga su jefe... osea, dan más poder a su jefe, quitándoselo al pueblo.

De esta forma, los parlamentarios socialistas murcianos o extremeños, al votar que sí al estatuto de Cataluña, no están representando al pueblo murciano y extremeño. Consecuentemente, el poder político en España no reside en el pueblo, sino en los jefes de los partidos que votamos. En definitiva, votamos una dictadura cada 4 años y en vez de vivir en una democracia avanzada, vivimos en una timocracia: El poder reside en una serie de timadores.

P.D.- Aunque el presente ensayo haya estado referido en sus críticas al PSOE, era igual de malo con Aznar y con Felipe González. Lo que se pretende criticar no es a un partido determinado, sino al sistema en sí.

martes, enero 24, 2006

Cuando se nos cuelga en el peor momento...

¿Nunca habéis estado escribiendo un trabajo, un e-mail muy largo o cualquier otra cosa laboriosa (sin grabar) y se os ha quedado colgado el ordenador? Pues algo parecido me ha pasado a mí. Después de estar más de media hora escribiendo un artículo sobre la porquería de democracia que tenemos, le he dado al botón de "publicar entrada" y de repente se me ha salido de la sesión y he tenido que meter mi nick y mi clave de nuevo, para tristemente darme cuenta de que mi ensayo no se ha grabado.

Quizás haya sido que los de este blog no quieren que se sepa, jeje. Bueno, a partir de ahora lo escribiré en word y luego lo copiaré a aquí.

Ese pensamiento lo dejaré para otro día que vuelva a tener ganas de escribirlo. Hoy os dejo con el pensamiento de ¿No me fastidies? ¿Me he quedado sin toda la información que he escrito durante todo ese tiempo? Je, je. Una faena, pero bueno, hay que reírse hasta de los propios infortunios, jeje.

lunes, enero 23, 2006

Las capas psicológicas de las personas

Hay personas que son muy sensibles y se echan a llorar en cuanto algún extraño les dice algo subido de tono (la gente tiende a decir que son débiles). En cambio, hay otros que por muy amigo suyo que seas, nunca llegas a cambiarlos ni un ápice, ni que vean tus puntos de vista... no les llegas al corazón. Hay otras personas que incluso están siempre a la defensiva, como si todo fueran ataques que repeler y defienden a muerte sus ideas, como si de ello les fuese la vida, sin dar nunca su brazo a torcer.

Pues bien, los seres humanos tenemos capas alrededor de un núcleo. Imaginemos el típico mapa de la tierra que veíamos en geología, pues así somos nosotros. En el centro tenemos lo más importante de todo, nuestra esencia, nuestro yo de cuando éramos pequeñitos y frágiles.

Alrededor de ese núcleo se van formando una serie de capas conforme vamos cogiendo experiencia, conforme vamos viendo de qué va la vida. Seguramente por los diferentes golpes que nos vamos llevando, vamos construyendo esas capas para irnos protegiendo de los elementos nocivos externos.

Al igual que oímos muchas cosas pero somos capaces de concentrarnos en escuchar una (imaginemos mucho tráfico, una plaza en la que mucha gente habla y un amigo nos dice algo), alrededor nuestro a lo largo de la vida hay muchas cosas, tanto positivas como negativas, que nos dicen las personas de nuestro alrededor, pero nosotros tan sólo dejamos pasar a nuestro núcleo unas pocas. El filtro son las capas y es mucho más importante de lo que en un principio pueda parecer.

Aquel que no deja pasar nada, que no escucha realmente las críticas, aquel que no se plantea nada de lo que le cuentan sus seres queridos puede parecer muy fuerte, pero en realidad es más deficiente que un sordo. En el otro lado de la balanza está quien pone a la misma altura que su opinión la de un cualquiera que conoce de dos días, y esta persona es tan frágil como una persona con quemaduras de segundo grado al sol.

Cuando un coche se choca contra un objeto, está preparado para deformarse mucho al principio y luego se va haciendo cada vez más consistente hasta llegar a la cabina (donde están los pasajeros), que es cuando se hace más dura. De la misma forma deberían ser las capas psicológicas que tenemos a nuestro entorno:

-Las tonterías las podemos sopesar con cualquiera, podemos hablar con cualquiera sobre cosas vanales y cambiar nuesros puntos de vista. Los conocidos nos pueden cambiar un poco, pero su opinión nunca tendrá tanto peso como la nuestra o la de nuestro núcleo más cercano. No nos afectará casi nada lo que digan o nos hagan.

-Las más importantes, como nuestra conducta, nuestra forma de ser, nuestras acciones con los demás... deberían tan sólo ser tomadas en cuenta en conversaciones con personas más cercanas al núcleo (amigos y familiares crecanos, que se pueden contar con las manos). De esta forma, ese yo interno de niños pequeños, de mucha sensibilidad, queda protegido por nosotros mismos (que se supone que nos queremos mucho) y por nuestro entorno directo que también, supuestamente, nos quiere mucho.

De esta forma, un conocido no puede penetrar hasta nuestro núcleo por muchas cosas que nos diga, pues no le damos acceso para que llegue tan lejos. Por otro lado, aquellas personas en las que sí confiamos, pueden decirnos algo en cualquier momento que sí nos afecte; no por ello poniendo su opinión por encima de la nuestra, sino a la misma altura como para poder sopesarla objetivamente.

Algo tan sencillo como esto le falta a muchísima gente, que a veces se confunde y pone una capa muy fuerte (como el blindaje de un tanque) por fuera, pero luego casi cualquiera que lo conozca un poco lo puede herir (pues, pasada esa capa, se convierte en alguien muy vulnerable); mientras que otros simplemente ponen todas las capas tan duras para que nadie les haga daño, que ya nunca más pueden ser sensibles a ninguna opinión y, por ende, mejorar como personas.

En el punto medio, como casi siempre, está la virtud.

domingo, enero 22, 2006

Una lengua, una forma de ver la realidad

Uno de los elementos fascinantes que siempre he encontrado con respecto a aprender lenguas nuevas es que, a parte de vehículos de comunicación y entendimiento de una cultura, son el vehículo para ver la realidad de una forma diferente.

El lenguaje y el pensamiento aparecieron al mismo tiempo. Los profanos a la lingüística generalmente piensan que lo primero fue el pensamiento; sin embargo, sin lenguaje no se puede pensar, no se puede razonar. Por ejemplo, uno necesita un lenguaje para hacer cálculos (el lenguaje matemático).

Hay varias tribus africanas que son muy graciosas para poder entender lo dicho, que las lenguas muestran la visión de la realidad:

-En una tribu, tienen palabras diferentes para decir uno, dos, tres, cuatro y lo siguiente es más de cuatro. Por lo tanto, ellos no ven diferencia entre 6 manzanas y 10 manzanas. Increíble, pero es así.

-Otra tribu, tan sólo puede hablar del pasado como pasado, sin ningún orden con relación al presente. De esta forma, no son capaces de distinguir entre lo que pasó ayer, anteayer o la semana pasada.

-En otra, los nombres en vez de tener género (masculino/femenino), tiene la dicotomía comestible/no comestible, con lo cual hay una igualdad entre hombre y mujeres muy superior a otras tribus del entorno.

Antes hablaba sobre el lenguaje matemático pero, de hecho, hay varias formas de pensar desde un punto de vista matemático. Resulta que en el antiguo Egipto en vez de calcular con números (tres por ocho veinticuatro), calculaban según ángulos. De esta forma, llegaron a tener un conocimiento superior al actual en algunas ramas de las matemáticas y astronomía. Por ejemplo, hoy día sería imposible hacer una de las tres pirámides de Egipto. En dicha pirámide, hay un agujero que va desde la fachada hasta el corazón de la pirámide, que guarda la tumba de un faraón. Pues bien, a lo largo de todo ese agujero pasa la luz del sol sólo una vez al año y durante un minuto, justo el minuto en el que nació dicho faraón hace varios milenios. Un ingeniero actual, junto con un astrónomo, serían incapaces de idear una pirámide desde el principio como para que estuviese enfocada a tal efecto. ¿Por qué? Porque el lenguaje matemático que tenemos es diferente al suyo.

En la América del Go west (cuando EEUU se expandió hacia el oeste), a veces los indios y los blancos convivían (hasta que los blancos querían más tierras y se cepillaban a tribus enteras). Pues bien, en una ocasión estaban trabajando codo con codo en una mina al aire libre unos estadounidenses y unos indios y, en la hora de la comida, los estadounidenses se ponían al lado de un contenedor gigante de agua vacío para que les diera sombra. Como estaba vacío, no era una amenaza. Sin embargo, aquellos indios no tenían en su lengua la palabra "vacío", sino "lleno de aire" y, por lo tanto, se sentaban lejos de dicho contenedor porque decían que podía ser peligroso. Aquello fue objeto de mofa para el hombre blanco, pues estaba cómodamente en la sombra mientras que los indios estaban en un sol abrasador. Hasta que un día, por estar herméticamente cerrado y por las altas temperaturas, explotó, matando a varios hombres blancos y ningún indio.

Por último, los esquimales son capaces de ver 10 tonalidades entre nuestro "blanco un poco oscuro" y nuestro "gris muy claro". ¿Por qué? Porque allí todo es muy blanco. El entorno condiciona el lenguaje y por ello tienen palabras para dichas tonalidades (puede ser importante para saber si el hielo se va a deshacer pronto, para ver la profundidad del suelo por el que se camina...). El caso es que si a cualquier europeo le ponen delante esas 10 tonalidades, las veríamos exactamente iguales, veríamos el mismo color, mientras que ellos son capaces de diferenciarlos sistemáticamente.

Y ahora un pensamiento mío: Si las palabras condicionan la visión que tenemos de la realidad, tener más vocabulario nos da mayor libertad de pensamiento y, por ende, mayor libertad.

sábado, enero 21, 2006

Todo es relativo: Pena de muerte ¿sí o no?

El que no haya estado en una conversación en que alguien haya dicho "Eso es relativo", que tire la primera piedra. Quizá algún día haga un ensayo más extenso sobre los peligros de que todo sea relativo (principalmente, que cuando todo es relativo, todo vale. Y cuando todo vale... mal vamos).

Hoy me centraré en la pena de muerte. ¿Está bien o no? Partiendo de que la sociedad perfecta no existe (si no hubiera delincuentes y asesinos no habría pena de muerte), ¿en vuestra sociedad pondríais la pena de muerte o no?

Argumentos para convencerse de que NO debería haber pena de muerte:

-Si el Estado dice que está prohibido matar, el Estado no puede matar.

-El derecho a la vida está recogido en los derechos humanos y es inalienable, ningún hecho delictivo puede quebrantarlo.

-La justicia a veces se equivoca. Un reo que haya sido condenado a cadena perpetua, puede salir 5 años después a la cárcel si se descubre que era inocente y ser indemnizado por tales años de privación de la libertad, pero de la muerte no se le puede traer a la vida. Así que mejor la cadena perpetua.

-Después de estar en la cárcel durante 20 ó 30 años, seguro que le ha dado tiempo para pensar en lo que ha hecho y no lo vuelve a hacer. De hecho, todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad, ¿no?



Argumentos para convencerse de que SÍ debería haber pena de muerte:

-Una persona que asesina a alguien que no lo asesinaría a él, es un intolerante (con la vida) que acaba con un tolerante (que sí dejaría vivir al prójimo). Si los tolerantes dejamos que los intolerantes hagan lo que quieren y les recompensamos, fomentamos la intolerancia. ¿Por qué digo que una persona que asesina, está unos años en la cárcel y luego sale, la estamos recompensando?

Imaginemos que yo (26) tengo un hermano gemelo (26). Ambos íbamos a vivir 100 años. Mi hermano me mata en España y está 25 años en la cárcel (máximo según la ley, aunque se verá reducida la pena si no tiene antecedentes y buena conducta en la cárcel). A los 51 años sale de la cárcel y vive otros 49. La parte asesina (la que se debería erradicar de la sociedad), ha vivido 75 años, mientras que el inocente ha vivido 26. ¿Es eso justo? Eso es recompensar al asesino.

Lo mínimo para que no se le recompensara, sería que no saliera nunca más a la calle. Pero, ¿qué es mejor: vivir 74 años en la cárcel (pudiendo estudiar una carrera, ver películas, comida asegurada...) o no vivir? Por muy mala que sea la cárcel, peor está su víctima.

-Es cierto que un juez se puede equivocar y condenar a pena de muerte a alguien inocente... pero si partimos de la base de que un juez se puede equivocar, entonces tampoco debería mandar a nadie a la cárcel, ni dictaminar autos de alejamiento ni nada. Por suerte el relativismo no ha llegado todavía a la justicia...

-Aunque no se diga en las noticias, un porcentaje cercano al 1/3 de los delincuentes que salen a la calle, vuelven a delinquir en lo mismo que hicieron. Eso significa que, de cada 3 asesinos que salen a la calle (de media), habrá otro asesinato. ¿Te gustaría que alguno de esos tres cuidara de tus hijos o llevara a tus padres en taxi? Pues todos en esta sociedad somos hijos o padres de alguien. Y la persona que asesinara una de esas tres (partiendo de la base de que sólo sea una...) seguro que no estaría a favor de la reinserción.

Pero vivimos en un mundo de niños pequeños, estamos en la época de las "segundas oportunidades": Todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad. Eso que se lo digan a la madre de Miguel Ángel Blanco... a ver qué oportunidad le dieron a su hijo.

P.D.- Dentro de algún tiempo incluiré unos cuantos puntos más a favor y en contra, que todo es relativo menos el tiempo y llego tarde ;-)

viernes, enero 20, 2006

Paradojas (1)

Hay muchas paradojas interesantes. Hoy voy a poner la que he visto en los simpsons:

"Si no tuviéramos cárceles, no podríamos ser libres"

Podría escribir 100 líneas sobre esta idea... pero en el fondo diría lo que todo el mundo piensa.

jueves, enero 19, 2006

Sobre "El Alquimista" de Paulo Coelho

Hoy me he acabado de leer un libro muy bueno. Parece sencillo al leerlo, pero tiene mucha simbología detrás; tanta, que merece ser leído poco a poco para encontrarle más significado.

Aquí os dejo con algunas "perlas" que me han gustado:

"Una pequeña decisión no es más que el principio de una gran aventura"

"Todo es una sola cosa"

"El principio favorable es la suerte del principiante cuando la vida quiere que vivas tu Leyenda Personal"

"El miedo a partir hacia lo desconocido no es miedo por lo desconocido, sino miedo por la posibilidad de perder lo que se deja atrás"

"Lo peligroso no es lo que entra en la boca del hombre, sino lo que sale de ella"

"Cuando tenemos los grandes tesoros delante de nosotros, nunca los reconocemos porque no creemos en los tesoros"

"Cuando quieras una cosa, todo el Universo conspirará para que la consigas" (Idea principal del libro)

Y por último, os pongo un trozo sobre el secreto de la Felicidad:

(Resumido) Un hombre quería saber el secreto de la felicidad, así que anduvo mucho tiempo por el desierto hasta que encontró al Sabio en una gran sala en la que mucha gente hablaba con dicho Sabio. El chico le preguntó cuál era el secreto de la felicidad y aquel hombre tan sabio le dijo que no tenía tiempo para explicárselo, pero que podía mirar todas las riquezas de su casa con una condición, que llevara una cuchara con dos gotas de aceite y no las derramara bajo ningún concepto.

El chico fue por toda la casa prestando mucha atención a la cuchara y volvió ante el Sabio.

-"¿Has visto todos mis tapices, cuadros y joyas?"- dijo el Sabio. Y el joven, avergonzado, confesó que no había visto nada. Sólo se había preocupado de no derramar el aceite.

-"Pues entonces, vuelve y conoce las maravillas de mi mundo".

Tras observar todas aquellas riquezas, jardines, paisajes... volvió ante el Sabio y le dijo que ya lo había visto todo. El Sabio respondió: "Pero, ¿qué ha pasado con las dos gotas de aceite?" El joven se dio cuenta de que las había derramado.

"La felicidad está en ver todas las maravillas del mundo sin olvidarse de las dos gotas de aceite"

Maktub (=está escrito)

miércoles, enero 18, 2006

Idioma, lengua, dialecto

Hace 9 años, un profesor de lingüística general nos comentaba la diferencia entre idioma, lengua y dialecto. Según él, los idiomas son las lenguas de los estados. Si dos personas no hablan igual (acento, vocabulario...) pero se entienden, hablan la misma lengua con diferente dialecto. Si no se entienden, hablan diferentes lenguas.

Nueve años después, uno se acaba dando cuenta de que hay que ordenarlo todo de forma inversa: las lenguas son los dialectos de los poderosos y los idiomas son el dialecto de los que tienen un ejército.

(Con la inestimable colaboración de Agustina ;-))

martes, enero 17, 2006

¿La velocidad mata? ¿Alcohol+bebida=muerte?

¿Cuántas veces hemos oído en informativos y periódicos eso de la velocidad mata? Y, ¿cuántas veces hemos superado muy poquito los 120km/h y algún familiar ha dicho eso de no corras tanto?

La sociedad, que debería ser cada vez más libre, se está volviendo cada vez más histérica con una serie de mitos que nos crean los medios de comunicación. La velocidad no mata, matan los asesinos, los que se distraen al volante, los suicidas y los imprudentes (entre otros), pero la velocidad en si no mata.

Según los noticiarios, en el 50% de los accidentes, alguno de los vehículos había excedido la velocidad máxima para la vía. Muy bien, de ahí teóricamente se desprende (si no se dice nada más), que la velocidad es directamente responsable. Pero después uno se va a los datos de tráfico y aparece que, de media, la mitad de los vehículos rebasan la velocidad máxima de la vía. Por lo tanto, la velocidad no tiene nada que ver con los accidentes.

Si a las causas de un accidente de alguien que iba a 130km/h simplemente le ponemos "exceso de velocidad", no estamos diciendo la causa real. Pudo ser un despiste, pudo desmayarse, pudo dormirse... pero se deja todo en exceso de velocidad. Pero, ¿por qué cebarse tanto con el exceso de velocidad y el alcohol en carretera? Pues porque son las únicas variables que se pueden medir realmente.

Todos tenemos algún amigo que bebe cuando conduce. Todos tenemos algún amigo que corre muchísimo y, casualmente, nunca han tenido un accidente por estas causas (ooohhh). Sin embargo, tenemos una amiga (o amigo) muy responsable que conduce fatal, es insegura y ha tenido ya más de un golpe. ¿Cuál es el auténtico peligro en carretera?

Lo que ocurre es que a los malos conductores (esos que se paran en los cruces cuando tienen preferencia, que van con miedo, que no tienen ni idea de adelantar en carretera...) son muy difíciles de medir y la policía no se pilla los dedos para denunciar que aminoró cuando tenía prioridad o que adelantó mal; sin embargo, el test de alcoholemia es una prueba y el radar también.

Es cierto que la bebida merma los sentidos y que cuanta mayor sea la velocidad, menos tiempo tenemos para tomar decisiones. Sin embargo, no por ello debemos taparnos los ojos. Si a mí me tienen que llevar, prefiero que lo haga un buen conductor con dos cervezas y a 140km/h (aunque sea merecedor de cárcel según esa porquería de leyes) que una conductora (o conductor) mala e insegura que vaya por autovía a 80km/h (algo tan legal como peligroso) sin ninguna cerveza.

En el fondo, ¿qué es esa propaganda contra el alcohol en carretera y contra la velocidad excesiva? Bombas de humo para que pensemos dos cosas:
1) La culpa de los accidentes es de aquellas personas que beben o sobrepasan la velocidad
2) El estado, mediante las campañas para que la gente se modere, está haciendo algo por los ciudadanos.
Pero en realidad, el Estado está haciendo mucho dinero en multas y no está haciendo nada real para evitar los accidentes.



Si se quisiera que los accidentes disminuyeran:

-¿Por qué no mejorar aquellos puntos negros en los que ha habido un accidente mortal tras otro? Aunque de esto no hablen nunca en la tele, los hay por toda España y no son arreglados. ¿Por qué? Porque económicamente no interesa tal desembolso por unas cuantas vidas :-o Si interesara económicamente, no cabe duda que habrían sido cambiados. Bastante triste.

-¿Por qué no se enseña a conducir en las autoescuelas? Porque enseñar a aprobar en el examen no es aprender a conducir. ¿Quién practicó el adelantamiento en carretera en la autoescuela? Nadie. Y eso es más peligroso para la salud (posible choque frontal contra un coche que viene en el otro sentido) que hacer la rampa.

Si se quisiera que los accidentes disminuyeran, disminuirían. Pero es más fácil poner parches que volver a coser un vestido.

lunes, enero 16, 2006

One stitch at time saves nine

Hay un dicho en inglés que reza One stitch at time saves nine (un golpe con una vara a tiempo ahorra nueve), lo cual podría significar algo así como que un golpe a un niño/adolescente a tiempo, le ahorra mayores golpes en la vida cuando sean mayores (por golpe no sólo tenemos que pensar en golpe físico).

El nuevo caparazón que en el que hoy día se meten muchos profesores es el de "pasar" y acabar por rendirse a una evidencia cada día más clara: hay alumnos a los que no se les puede dar clase y de los que se puede sacar más bien poco. Ante estos alumnos, he llegado a escuchar aquello de Ya les suspenderá la vida, aprobándoles cuando no lo merecen para que pasen de curso y dejen de darles el follón. Estos profesores no hacen su trabajo.

La enseñanza secundaria ya no es un paseo militar en el que los alumnos levanten la mano para preguntar al profesor o pidan permiso para tirar un papel. Se ha convertido en una auténtica guerra de trincheras en la que, a veces, poco o nada se avanza en una clase. Realmente es deprimente ver el nivel que tienen hoy día si lo comparamos con aquella época en la que estudiar BUP y COU era voluntario y no obligatorio.

Ese es el quid de la cuestión: ahora la enseñanza es obligatoria, con lo que tenemos en clase a gente que no quiere estudiar, entorpeciendo así en clase hasta límites inimaginables. El nivel de profesores de secundaria que se piden la baja por depresión ha aumentado muchísimo (yo estoy cubriendo una ahora, je, je) porque es difícil sentirse realizado. La peor clase hace 15 años sería una bendición hoy día.

Sin embargo, la labor docente en una época tan difícil como decisiva (la de la adolescencia) no ha de ser vista como la enseñanza de contenidos, sino la preparación para la vida. Antes un profesor se tenía que ceñir a enseñar muchos datos históricos, biológicos... para que el alumnado pudiera tener una visión general de cada materia. Hoy día los alumnos no demandan conocimientos, sino una figura que imitar y que les guíe. Ya no es una escuela de asignaturas, sino una escuela de vida.

Los profesores deben cambiar el chip. Lo más importante (en parte por desgracia) no es que aprendan el verbo to be, sino que aprendan a respetar el turno de palabra del compañero, que acepten la autoridad del profesor y le hagan caso y que guarden un mínimo de silencio. Si hoy se ríen de un profesor, mañana lo harán de un policía y en vez de una expulsión de clase, se encontrarán con una noche en el calabozo.

Quizá sea por la incorporación de la mujer al mundo laboral (lo cual le quita a los niños una figura de autoridad cuando están en casa), o quizá sea porque cada vez se les trata como adultos cuando todavía no lo merecen, o quizá sea por otro quizá. Pero lo cierto es que en vez de enseñar raíces cuadradas, necesitan más bien un padre que les diga los valores que deben tener en la vida, las actitudes que han de tener para el futuro y lo importante que es la disciplina y ser consecuente con las propias ideas.

De esta forma, un profesor que no haya avanzado ni un ejercicio en una clase, no se debe ir a su casa triste por no haber enseñado ese tiempo gramatical tan importante, sin contento porque gracias al puro que les ha metido o por haber expulsado a algunos, ha contribuido a marcarles los límites de lo que está bien y lo que no, formando a personas como futuros miembros activos responsables de la sociedad.

Los profesores cobardes, pasivos, que no expulsan a ninguno y van de "colegas" de los alumnos no les hacen ningún favor a los alumnos. Y lo peor es que ganan el mismo sueldo que los que sí marcan los límites de lo bueno y lo malo. Aquella frase de ya les suspenderá la vida no es sino la aceptación de que uno no vale como docente. Si el alumno no ha aprobado, no se le puede regalar la nota, porque ese aprobado desvirtúa los aprobados de quienes sí se lo han merecido. Precisamente el colegio y el instituto están para que no les suspenda la vida a los alumnos, para que no se tuerzan. Si con ese lasser faire (dejar hacer) de los profesores se crea alumnos irresponsables (que quieran defraudar a hacienda, que hagan chanchullos, robos...) y finalmente vayan a la cárcel, el profesor que les enseñó que "todo vale" es tan culpable como los alumnos mismos.

Para que los alumnos aprendan bien la diferencia entre lo que es una buena conducta (en clase, esa pequeña sociedad) de lo que no, es importantísima una característica en el profesor: la sistematicidad (palabra que no aparece en el diccionario de la RAE). Es importante en todos los ámbitos de la vida, junto con la disciplina, para conseguir lo que se pretende. Por sistematicidad ha de entenderse que las reglas de juego siempre son iguales e inamovibles. Lo que un día merece una expulsión, al día siguiente también la merece, lo haga quien lo haga, esté el profesor de mejor o peor humor. Da igual que el crío sea un poco subnormal o venga de un origen un poco desgraciado: la ley va a ser igual para ellos el día de mañana. Y las normas del centro son las leyes del mañana para los alumnos.

Si los chicos se dan cuenta de que un hecho determinado unos días "sí vale" y otros días "no vale", la línea entre lo que está bien y mal se ensancha mucho, por lo que no aprenden bien que hay que ser consecuente con los actos. Hoy, al decir en clase: "El que se levante de la silla, queda expulsado" y ver que dos hacían la gracia de levantarse, les habría hecho un desfavor de haberles reído la gracia o haberles echado un puro. Hay que ser consecuente antes que blando. Hoy han aprendido (o se ha contribuido a que aprendan) que toda acción tiene una reacción. Y cuando vienen como niños pequeños diciendo que no, que no los expulse, tan sólo hay que decirles que ellos mismos se han expulsado. La responsabilidad convierte a un criajo en un hombre.

Si los insitutos del hoy crean la sociedad del mañana, los profesores blandos sobran en el sistema educativo. Una sociedad de llorones que creen que diciendo "lo siento" se solucionan todos los problemas no puede llevar a ningún sitio bueno.

sábado, enero 14, 2006

Introducción

¡Hola!

Este blog pretende ser una pared vacía en la que, poco a poco, día a día, irán apareciendo los pensamientos de su autor. Unos días serán tres líneas, otros días serán treinta y otros serán trescientas. Pero siempre habrá un poquito de cada día.

Puedo prometer y prometo que serán pensamientos libres, a veces coincidirán con una visión políticamente correcta, pero otras veces no. Seguramente habrá más de las segundas que de las primeras.

Ni si quiera el autor se hace responsable de los daños emocionales que puedan provocar dichos pensamientos. Sobre todo, no se hace responsable de provocar el mayor de los males en el lector de la sociedad actual: pensar.

Pensar tiene muchas contraindicaciones, incluyendo (pero no limitando a):
-Tristeza ante la realidad existente.
-Darse cuenta de que uno es más objeto que sujeto.
-Despertar de un luminoso sueño en una habitación oscura (para los que hayan estudiado LOGSE, búsquese la palabra metáfora en el diccionario).
-Ser libre.

Por ello, si encuentra alguno de estos síntomas u otras desaveniencias, se recomienda dosificar el suministro de ideas o consultar al psicólogo. En caso de que no desaparezcan, déjese de leer este blog y lean El País, vean mucha televisión, beban una coca-cola y emborráchense durante catorce días. Todo habrá vuelto a la normalidad en dos semanas.